Una reflexión de Belén Bajo sobre:
Cuarzo turmalinado
El cuarzo turmalinado es un personaje fascinante, un sujeto que oscila entre la modestia y las ganas de llamar la atención.
A menudo leo biografías de actores que poseen ambas cualidades al mismo tiempo, como una especie de dualidad que les ayuda a sacar todo el potencial que llevan dentro. Incluso algunos ni siquiera son conscientes del gran don que poseen hasta que interpretan un papel; digamos que su propio cuerpo, como el lugar que contiene su talento, puede ser una especie de barrera social que se desvanece cuando recrean un personaje.
El cuarzo turmalinado tiene algo de esto. Bajo su piel transparente, aparentemente anodina, en este mineral habita todo un entramado de pequeñas fibras de turmalina oscura. Aunque hay razones que explican su estructura, da la sensación de que estos fragmentos minerales se abren paso caóticamente, cruzándose entre ellos sin orden ni concierto. A veces se ven unas pocas rayas negras, que parecen garabatos sobre un papel vegetal, y otras veces hay tantas líneas que crean una superficie densa y oscura.
“El cuarzo turmalinado es un personaje fascinante, un sujeto que oscila entre la modestia y las ganas de llamar la atención.”
ANILLO ULI DE ORO Y CUARZO TURMALINADO
El cuarzo es el mineral más abundante de la corteza terrestre pero al cristalizar puede incluir en su interior muchos fragmentos de otros minerales distintos que le añaden atributos y le dan un aspecto muy distinto en cada caso.
El cuarzo es muy común pero la turmalina es mucho más caprichosa y necesita unas condiciones favorables para crecer, por lo que es mucho más escasa. Por darle un toque literario a esta descripción, diría que él es un tipo insulso en solitario mientras que ella es atractiva y complicada de contentar; por eso juntos forman una pareja peculiar y complementaria.
En realidad, las variedades de turmalina más apreciadas son de tonos verdes, azules o rosados y crecen en forma de preciosos prismas translúcidos en el interior de rocas como el granito. La turmalina negra, también llamada “chorlo catedral”, es opaca y no tan bonita como sus parientes de colores brillantes pero es la más abundante en la naturaleza; su mejor actuación sucede cuando habita en el interior del cuarzo.
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Sí. Elijo una a una cada piedra y me doy cuenta de que todas son únicas. Eso quiere decir que van a tener un protagonismo especial en cada modelo que haga porque
la mirada siempre se fijará en ellas. Además, las agujas de turmalina que están en el interior del cuarzo son pequeños cilindros de distintos tamaños y grosores, que apuntan en distintas direcciones y crean una curiosa tensión hacia el exterior. El cuarzo turmalinado no parece un elemento inerte sino vivo y compite cuerpo a cuerpo con el metal para ser el protagonista del diseño.
Lo que se ve desde fuera es un entramado muy peculiar, unas veces muy abigarrado y otras menos. Cuando lo miro, pienso en un bosque de árboles de hoja caduca en invierno, en ese paisaje que crean las ramas oscuras sobre el cielo gris.
“Elijo una a una cada piedra y me doy cuenta de que todas son únicas.”
ANILLO FEK DE PLATA CHAPADA 18K Y CUARZO TURMALINADO
PREGUNTA
BELÉN BAJO
“Generalmente están tallados en formas geométricas como cubos o prismas, lo suficientemente grandes como para que se aprecie su interior.”
ANILLO FOW DE PLATA CHAPADA 18K Y CUARZO TURMALINADO
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Se produce un juego entre ellos. Las superficies metálicas actúan como una especie de foco que arroja su luz sobre el mineral y este a su vez se refleja sobre ellas.
Me gusta mucho la transparencia del cuarzo turmalinado y que al mismo tiempo tenga todas esas inclusiones en forma de rayas negras, como una especie de ventana que permite ver su interior.
En el anillo GIO, un cubo de cuarzo se aloja dentro de una superficie de oro que consiste en una lámina que se va doblando y se abre como los pétalos de una flor con los primeros rayos de sol. El metal brillante hace las veces de espejo y refleja las seis caras del cubo turmalinado. Visto desde arriba, ese efecto es muy sugerente. Me recuerda cuando te miras en los espejos de un ascensor y te ves reflejada una y otra vez.
Por todo esto suelo llamar a este anillo “flor geométrica”.
“Las superficies metálicas actúan como una especie de foco que arroja su luz sobre el mineral y este a su vez se refleja sobre ellas.”
ANILLO GIO DE ORO, PLATA Y CUARZO TURMALINADO
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Sí, por supuesto. Creo que el cuarzo turmalinado nos seduce en cuanto lo miramos porque parece que existe vida en su interior. Sea cual sea la arquitectura de la joya, más simple o más compleja, este mineral atrae nuestra atención desde el primer momento.
El cuarzo turmalinado produce una cierta sorpresa que no se agota fácilmente porque sus inclusiones internas no tienen un patrón que podamos aprender. No memorizamos su aspecto y eso hace que no decaiga nuestro interés por él. Ese es su principal atractivo.
Creo que el anillo que llevamos puesto nos acompaña en nuestra vida cotidiana sin llamar la atención. Solo cuando miramos nuestras manos para escribir o posamos la barbilla sobre ellas al reflexionar nos damos cuenta de que está ahí. En este caso, podemos seguir con la mirada los trazos oscuros que parecen pintados dentro del cuarzo, como paisajes de invierno en miniatura.
El cuarzo turmalinado parece un lienzo sobre el que se han dibujado multitud de rayas diferentes, misteriosas y sugerentes, como ocurre en los dibujos de Cy Twombly.
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