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Si un niño tuviera que elegir un caramelo, ¿escogería el de color verde?
Seguramente preferiría el rojo fresa, el amarillo limón o el naranja mandarina. Las hojas de los árboles no se comen.


¿A qué sabría un caramelo verde? A menta. Pero… ¿a qué niño le gusta la menta? Definitivamente los caramelos verdes son cosa de adultos.

Anillo de plata y ágata verde

Los pintores de principios del siglo XIX se enamoraron de un pigmento verde cuyo principal ingrediente era el arsénico. Su color era brillante y vivo pero se desconocía que fuera venenoso. Lo llamaron “verde de París” y se convirtió en el color de moda enel arte, la decoración y la moda. Al cabo de un tiempo empezaron las intoxicaciones y se descubrió que la humedad del ambiente extraía el arsénico del tinte del papel pintado de las paredes y del tejido de los trajes. Su inhalación podía ser mortal.

Anillo de plata y ágatas verdes

El absenta fue una bebida alcohólica de color verde muy popular a finales del siglo XIX. Se hacía con plantas y hierbas aromáticas, como el ajenjo o absenta, el anís, el hinojo y la mejorana salvaje. Se mezclaban y después se sumergían en alcohol y se destilaban dando lugar a un licor amargo que se conocía como “el hada verde”. Pronto se convirtió en la bebida propia de los bohemios, que se aficionaron a ella y la pusieron de moda. Al cabo de un tiempo, creó un serio problema de adicción y cambió  su apodo por “el diablo verde”.

En la cultura occidental, el color verde se asociaba a los rituales cortesanos de la primavera. A partir del mes de mayo, muchas cortes europeas requerían llevar una guirnalda de hojas o una prenda de color verde, especialmente entre los jóvenes. Seguramente a eso se debe la expresión “estar verde” en alusión a la juventud y falta de experiencia.

Guía de tallas

A. medir el diámetro interior de un anillo

B. buscar la equivalencia entre los mm. y la talla