Una reflexión de Belén Bajo sobre:
Malaquita
Lo primero que me llama la atención de la malaquita es su color verde, que se debe a su alta concentración de cobre (un 57%). Es un color muy intenso, que se mantiene constante, subiendo y bajando de tono, según el fragmento. El aspecto del mineral por fuera es tosco pero al cortarlo transversalmente se descubre una preciosa superficie tatuada de bandas concéntricas que parecen estar en movimiento.
Los antiguos egipcios obtenían malaquita de yacimientos en el Sinaí y la utilizaban como pigmento. Para ellos, el color verde era símbolo de vida y representaban a Geb y Osiris, dioses de la tierra y la fertilidad, con la piel de ese color.
“El aspecto del mineral por fuera es tosco pero al cortarlo se descubre una preciosa superficie tatuada de bandas concéntricas que parecen estar en movimiento.”
“La negra sobriedad del ónix contrasta con el vistoso colorido de la malaquita, como contrasta un chaqué con un vestido de gasa verde.”
PREGUNTA
Siendo una piedra con tanta personalidad, ¿no sientes que la malaquita domina en el proceso de diseño?
BELÉN BAJO
En parte sí pero no importa porque es una buena aliada. Si fuese una actriz, tendría claro que su papel sería el de protagonista y que, en caso de ser secundaria, haría sombra a cualquiera.
Cuando la utilizo junto a otras piedras, no intento que compitan entre ellas sino que realcen su belleza. Es el caso del anillo AKA en el que cuatro discos redondos se superponen unos a otros: uno de amazonita, otro de nácar, de plata y el último de malaquita.
Está claro que los demás minerales trabajan para ella y le ceden el papel principal.
Hice la prueba sustituyendo la malaquita por otra piedra verde completamente lisa, sin nigún dibujo en su superficie, y el resultado empeoró notablemente. Si la estrella abandona el rodaje, la película pierde la mitad de su encanto.
“Si fuese actriz, tendría claro que su papel sería el de protagonista y que, en caso de ser secundaria, haría sombra a cualquiera.”
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Suelo utilizar piedras cortadas en láminas de fino grosor porque lo más interesante está en su superficie. A veces son formas circulares o semicirculares pero también pueden ser formas vegetales, como en el caso de mi anillo GAIA cuya protagonista es una malaquita tallada en forma de hoja.
Al cristalizar la malaquita, se forman unos peculiares dibujos concéntricos cuyo tamaño varía según el tamaño de la piedra en bruto; esto quiere decir que de un ejemplar grande con un gran dibujo circular salen muchas pequeñas piezas con bandas casi rectas y, en cambio, los pequeños círculos pueden verse como tales en una pieza sola.
Hay miles de posibles patrones que dan lugar a muchos fragmentos de malaquita distintos. Cuatro anillos de malaquita del mismo modelo, fabricados a partir del mismo molde, siempre serán distintos. Esto los convierte en piezas únicas.
“Cuatro anillos de malaquita del mismo modelo, fabricados a partir del mismo molde, siempre serán distintos. Esto los convierte en piezas únicas.”
PREGUNTA
BELÉN BAJO
PREGUNTA
BELÉN BAJO