Antes hablaba de los dobletes y tripletes, que son una especie de pequeñas construcciones a partir de dos o tres fragmentos minerales que van perfectamente encolados, de manera que parecen uno solo. El mineral de color más intenso suele ir debajo, como protagonista, y el cuarzo rutilado va encima, como un transparente actor secundario.

Un doblete o triplete, vistos desde arriba, tienen el aspecto de un mineral nuevo y muy llamativo. Esto es lo que ocurre en el anillo UDA, en el que una fina lámina de turquesa aporta su precioso color azul a un cabujón de cuarzo rutilado. La unión de ambos es increíble.

También tengo dos anillos que he creado a partir de tripletes de ágata, cuarzo hidrotermal y cuarzo rutilado. Las láminas minerales son tres círculos de distintos diámetros que van encoladas entre sí y desde arriba se ven como una superposición de aros de distintos colores. Esto ocurre en el anillo GOA, con el círculo de ágata carneola, de color más intenso, situado debajo, luego el de cuarzo hidrotermal amarillo y encima de ambos el de cuarzo rutilado, que difumina el efecto cromático con sus pinceladas doradas. Como experimento, invertí la posición de un triplete en el anillo GUP, de manera que es el círculo verde más pequeño el que va encima. El efecto es distinto, diría que menos pictórico y más escultórico.