Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Pendientes Ica de plata y ágata
Pendientes Ica de plata de ley y ágata verde
Pendientes artesanales con plata de ley y ágata verde de 45 mm. Largo del pendiente 80 mm. Cierre de presión.
El ágata es un cuarzo microcristalino de la familia de las calcedonias que procede de Brasil. Es de naturaleza volcánica y debe su variedad de colores a las múltiples inclusiones que se depositaron durante su formación y posterior enfriamiento. Su nombre proviene del río Achates, en Sicilia, donde se encontró por primera vez.
La plata es un metal maleable y blando, por lo que se suele mezclar con otros metales que le aporten dureza. En el caso de la plata de 925 milésimas, la aleación consiste en un 92,5% de plata pura y un 7,5% de cobre.
- Producto artesanal
- Envío gratuito en la Península
- Entrega en 15 días hábiles
Cultura artesanal
El tiempo artesanal es un tiempo que nos saca de la urgencia de lo cotidiano. Un tiempo que obedece a los materiales con los que trabaja, escuchándolos y acompañándolos. Es por tanto un gesto alejado de lo rutinario, ese que las máquinas repiten una y otra vez. El tiempo artesanal en Belén Bajo es también el tiempo de unos materiales duraderos, metales, piedras a los que se les proponen unas formas atemporales, sencillas y con un cierto sabor geométrico.
Influencias estilísticas
Las joyas de Belén Bajo buscan la máxima simplicidad formal sin renunciar a un toque lúdico. En parte su universo formal proviene de la cultura racionalista y funcional centroeuropea, sus raíces mediterráneas y la pervivencia de las formas plásticas de la cultura de Al-Ándalus en las que una naturaleza geometrizada se presenta por medio de patrones infinitos.
Sobre Belén Bajo
Belén Bajo se formó en la escuela de Bellas Artes de Madrid. Allí, desde la experimentación formal, la acumulación de referencias y el trabajo manual fue desarrollando una manera de entender tanto la creación plástica, un universo de abstracciones cromáticas y matéricas, como el valor de la rotundidad de los objetos como portadores de significados simbólicos.