Una reflexión de Belén Bajo sobre:
Ojo de tigre
El ojo de tigre es una mezcla de distintos minerales cuyo característico color va del pardo al amarillento, pasando por todo tipo de tonos tostados. Está compuesto por cuarzo, limonita y riebeckita.
Además de su color, que tanto recuerda al de los ojos de tigres y leones, lo que más me atrae de este mineral es su iridiscencia.
¿Y qué es la iridiscencia?. Es un fenómeno ópico que se produce en ciertas superficies en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo desde el que se las observa. Solemos asociar este término a otros como irisado, tornasolado o nacarado.
Así que tenemos un mineral cuyo color brilla y lo percibimos de forma distinta según el ángulo desde el que se mira. La siguiente pregunta sería: ¿cómo se produce este hecho tan curioso?.
El ojo de tigre es un cuarzo fibroso que en su interior tiene crocidolita, que se va deteriorando y se disuelve dejando
a su paso restos de óxido de hierro gracias a un proceso llamado pseudomorfismo.
Los geólogos llaman “psedomorfo” a un mineral que se transforma en otro mineral; es el caso del ojo de tigre, que comienza siendo crocidolita, cuyo color es curiosamente azul, y luego se transforma en cuarzo. Parece ser que el cuarzo se va incrustando lentamente entre las fibras de la crocidolita hasta que la reemplaza, manteniendo su forma fibrosa original.
“Además de su color, que tanto recuerda a los ojos de tigres y leones, lo que más me atrae de este mineral es su iridiscencia.”
El color tostado del ojo de tigre es más dorado si contiene mucho hierro y más azulado si contiene menos. Existe una variante del mineral, llamada “ojo de halcón”, que es de color gris azulado porque contiene menos hierro.
Como curiosidad, en el Antiguo Egipto esta piedra semipreciosa se usaba como mediadora en la interpretación de las revelaciones divinas. También fue muy apreciada por los antiguos romanos, que hacían amuletos con ella para protegerse de sus enemigos en las batallas.
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Su aspecto produce calidez en comparación con otras piedras. El ojo de tigre no destaca porque su color sea rotundo sino por su textura sedosa, que parece estar siempre en movimiento. Al mirarlo, su superficie nos incita a moverlo levemente de un lado a otro y así contemplamos los cambios de brillo y color que van apareciendo. A pesar de ser una piedra opaca, se adivina que hay una compleja estructura en su interior.
Un anillo con un cabujón de ojo de tigre produce una sensación muy peculiar cuando lo miramos. Lo movemos y nos quedamos absortos en su efecto de iridiscencia, como si el mineral tuviera vida propia. El acto de girarlo para contemplar sus cambios de color dirige nuestra mirada hacia las líneas y planos de la propia joya.
“El ojo de tigre no destaca porque su color sea rotundo sino por su textura sedosa, que parece estar siempre en movimiento.”
PREGUNTA
BELÉN BAJO
PREGUNTA
BELÉN BAJO
No lo pierde. Este mineral tiene encanto siempre por sus características tan peculiares. Además tiene una gran ventaja física y es que se puede cortar de muchas formas sin perder su aspecto. Cuando se talla una piedra, sus inclusiones pueden marcar las líneas de corte o necesitar una superficie grande de material en bruto para conseguir determinadas formas, sin embargo el ojo de tigre mantiene su gran personalidad continuamente y se presta a transformarse en volúmenes muy distintos. Por eso se utiliza mucho en joyería pero también lo vemos en ferias de artesanía, convertido en pequeñas figuras de animales o motivos vegetales.
PREGUNTA
BELÉN BAJO
En el caso del anillo ONA, dos semicírculos unidos dan lugar a una pieza circular que se sitúa sobre un aro de plata; de estas dos mitades, una es de oro y la otra de ojo de tigre. La primera tiene un brillo de espejo y refleja todo lo que tiene frente a ella, mientras que la segunda es opaca. A pesar de la diferencia de textura, el color dorado domina en ambas y hace que se establezca un diálogo entre ellas, creando una sensación de suavidad muy agradable.
Hay joyas que tienen una personalidad muy acusada y la imponen en cualquier situación. Sin embargo, hay otras que tienen un talante más moderado e invitan a llevarlas puestas a diario. Diría que las piedras son piezas clave en su diseño. En este caso, el ojo de tigre siempre añade su carácter suave y es un buen compañero para tenerlo cerca todos los días.
“El ojo de tigre siempre añade su carácter suave y es un buen compañero para tenerlo cerca todos los días.”
PREGUNTA
BELÉN BAJO
Me gusta especialmente la combinación entre el ojo de tigre y el cuarzo citrino; el primero es opaco con destellos dorados y el segundo es transparente, entre amarillo y color tostado.
En el anillo COE hay dos placas semicirculares que se solapan entre sí; la grande es de ojo de tigre y la pequeña de oro. Al estar enfrentadas, parece que cada una de las piezas rivaliza con la otra para ser la más visible y el pequeño cuarzo citrino es el que consigue mantener el equilibrio, con su forma de ojo redondo mirando hacia delante. Hay anillos sofisticados y anillos sencillos, este me parece simpático.
“Hay anillos sofisticados y anillos sencillos, este me parece simpático.”
PREGUNTA
También combinas el ojo de tigre con ónix ¿no?
BELÉN BAJO
El ónix es un mineral que se lleva bien con todos los demás porque, en cuanto a color se refiere, no hace la competencia a ninguno.
En el caso de los pendientes FEI, el círculo de ónix reposa sobre una pieza semicircular de ojo de tigre y ambos están separados por una línea de oro. Aunque estén unidos, parece que el primero está manteniendo el equilibrio, rodando de un lado a otro como un funambulista. Por otro lado, la pieza semicircular se mueve hacia los lados al compás de los movimientos de cabeza.
Los dos minerales tienen un brillo intenso. El ónix tiene un lustre plano mientras que el ojo de tigre se percibe sedoso, más lleno de matices. Los suaves dibujos del ojo de tigre siguen la trayectoria longitudinal del oro, realzándolo.
“Los suaves dibujos del ojo de tigre siguen la trayectoria longitudinal del oro, reforzándolo.”